28 de marzo de 2012

Las buenas noticias de hoy

Después de tanto tiempo sin pasarme por aquí iba a escribir una entrada sobre la huelga de mañana. Sí, es que el tema me hierve la sangre. Pretendía ser una entrada de esas que hacen que las llamas de infierno, si es que las hay, sean más altas todavía, e iba a mencionar las amenazas que ha recibido un comercio de mi barrio, al que tengo especial aprecio, de parte de un piquete que, dice, le romperá las lunas de la tienda como se le ocurra abrir mañana. Así es como defienden algunos los derechos de los trabajadores, jodiendo fastidiando a otros. 

Pero cuando he visto que en cosa de un minuto, y tras cuatro párrafos, me estaba poniendo de una mala leche increíble, he decidido pensar en nubes y caramelos, que es lo que hago cuando quiero evadirme, y mientras sonaban musiquitas bonitas en mi cabeza que iban apartando esas llamas infernales de mis pensamientos me he acordado de algunas cosas que merecen más mi atención, y creo que quizá también la vuestra. Juzgad vosotros. 

Por ejemplo, los cuatro millones de personas que, en diversas organizaciones y ocupaciones, regalan su tiempo a los demás en forma de voluntariado. ¿No es una buena noticia saber que toda esta cantidad de gente se dedica de forma altruista a ayudar a los demás, de una u otra forma?

También es maravilloso ver todos los compromisos y luces apagadas que ya se han unido al apagón del sábado, a La Hora del Planeta de este año. 

O la noticia que ayer me hacía sonreír... resulta que la gente que consume chocolate pesa menos, como bien llevo yo pensando desde hace tiempo... Y además dicen que lo más importante es la frecuencia de consumo, y no la cantidad. Decidme si esto no es digno de leer. 

También es muy interesante la iniciativa "Recupera" de Cáritas, recién puesta en marcha, que pretende la inserción socio-laboral de personas desfavorecidas a través de la colaboración con empresas de reciclado, y seguro que hay otras muchas como estas de las que yo no me he hecho eco por no conocerlas, no porque no existan o no las valore. 

Y, por último, la operación de trasplante de cara que le han realizado a este hombre, porque para hacer esto hay que estudiar mucho más de lo que la gente está dispuesta a estudiar de media, además de ser un cirujano valiente, y ver que hay personas así en el Planeta, con iniciativa, dedicación y decisión, es un motivo para sonreír. 

Sinceramente, teniendo estas cosas que leer no voy a preocuparme por otras que me hagan poner cara de perro. ¡Mi tiempo es oro! Me voy a por una onza de chocolate. 


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