29 de junio de 2011

Vacaciones

Con los años he aprendido que el tiempo regalado es una bendición. 
Que las vacaciones son impuestas por necesarias. 
Que el cerebro no puede más al cabo de ciertos meses, y entonces dice basta. 
Que los zumos de colores son algo más que bebidas ricas, 
que alegran el alma a base de pinceladas, cual pintor impresionista. 
Que el tiempo de calor que me deja aplatanada quiere que me tumbe en la cama por todo lo que no pude descansar durante el año. 
Que si tengo mil planes será porque al final no tendré tiempo para hacer ninguno. 
Que si quise estar con alguien fue por que ese alguien nunca quiso estar conmigo, 
y que, por eso, un poco de soledad no viene mal de vez en cuando. 


En ti estás todo, mar, y sin embargo, 
¡qué sin ti estás, qué solo, 
qué lejos, siempre, de ti mismo!

Abierto en mil heridas, cada instante, 
cual mi frente
tus olas van, como mis pensamientos, 
y vienen, van y vienen, 
besándose, apartándose, 
en un eterno conocerse, 
mar, y desconocerse. 

Eres tú, y no lo sabes, 
tu corazón te late, y no lo siente...
¡Qué plenitud de soledad, mar solo!
SOLEDAD
Juan Ramón Jiménez

3 comentarios:

  1. si las vacaciones son un regalo pero hay que aprovecharlas y no perder el tiempo
    muchos besitos
    http://lejournaldeprada.blogspot.com

    disfruta :)

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  2. Al menos te queda el consuelo de que dispones de algún tiempo por delante, un par de meses quizá, para intentar descansar y a la par darle forma a algunos de esos proyectos y planes que siempre rondan por ahí pero para los que nunca hay tiempo.

    Mis vacaciones desde que trabajo aquí no ofrecen mucho en ese sentido. Voy tirando de días sueltos a lo largo del año con los que intentar alargar algún que otro puente y desconectar en Navidad, y luego estoy cogiendo los últimos quince días de agosto. Tan solo el efecto psicológico de entrar ya en septiembre permite volver a la carga con algo más de ganas, aparte de dejar a un lado el nefasto calor de aquí durante algunos de los peores días -aunque el noveno mes del año no desmerece-. La contra es que, como único técnico en el negocio, cuando vuelvo suelo tener el taller hasta arriba de ordenadores.

    Por lo demás, de acuerdo en general con cada uno de los puntos, especialmente con el hecho de que la mejor forma de no perder la cabeza es dándole ese obligatorio respiro.

    Espero que tu proyecto literario vaya cogiendo forma.

    Un abrazo.


    PD: Aún siendo más aficionado a Becquer y Machado que a Jimenez, reconozco que son unos versos hermosos.

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