28 de enero de 2014

La Tartera: ¿recipiente de plástico o de cristal?

Seguro que habéis leído tantas cosas acerca de lo bueno y lo malo del plástico que ya no sabéis a qué ateneros. A mí me pasa. 

Unos dicen que el plástico está bien para cosas frías, otros que si es de grado alimentario no hay problema en ningún caso (os recomiendo esta entrada de Gominolas de Petróleo acerca de si es seguro o no calentar comida en recipientes de plástico, es muy explicativa), aunque hay quien prefiere no calentar nada en plástico para que no desprenda ningún tipo de partícula o quien se fija en el tipo de plástico (hay siete tipos, pero no todos pueden usarse para alimentos en condiciones seguras). 

Luego está el tema de las tarteras de cristal. En mi caso están bien porque no me muevo mucho con la bolsa de la comida, pero quien tiene un largo viaje hasta el trabajo o tiene que utilizar transportes públicos (que nunca pegan ningún frenazo y en los que siempre hay sitio para sentarse, como todos sabemos) puede decirme que la bolsa pesa bastante más con una tartera de cristal, y que pueden romperse. 

En resumen: ¿dónde llevo mi comida cada día?

Yo sigo algunas pautas básicas, nunca cerradas (por que a veces la logística de los hogares no deja lugar a otras opciones): 
  • intento llevar la comida que hay que calentar en una tartera de cristal. Cuando no tengo la tartera disponible lo llevo en la que sea, aunque prefiero lo primero. 
  • En mi oficina hay platos que podemos lavar, así que cuando llevo la comida en la tartera de plástico uso uno para meterlo al microondas. 
  • Reservo las tarteras de plástico para ensaladas y el resto de comida fría. 

No es nada estricto por mi parte, pero prefiero que sea así.
Si tenéis algún tipo de información sobre este tema, ¡compartid, por favor!

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