14 de febrero de 2011

El documental que no me dejó indiferente

Hoy he tenido la oportunidad de ver de nuevo algo que me impactó tanto... que aún le sigo dando vueltas.

Me ha dado tiempo a reflexionar mucho sobre ello, tengo mi propia opinión, mis propias dudas, mis propios interrogantes... incluso mi mezcla especial de teorías, esa combinación que haría que todo fuese perfecto si pudiésemos elegir los"pasos a seguir" de una visión y las consecuencias de otra.

La oportunidad me ha venido de la mano de un profesor que no parece un profesor al uso. No ha dado tiempo a que se encendiera el debate en el aula... quizá nunca se hubiese encendido, pero prender la mecha ya es bastante difícil cuando uno está cerca de un alumnado apático y poco propenso a querer saber más. Visionar este documental, al menos, sirve para que algunos vean que hay algo más detrás de cada uno de nuestros actos de "primer mundo".

Ver de nuevo Comprar, tirar, comprar me ha servido para darme cuenta de más cosas, para ver que la obsolescencia programada (arma que utilizan las empresas de fabricación de bienes de consumo para que las compras no paren) no se queda en las intenciones de los departamentos de diseño y marketing, sino que adquiere pleno sentido cuando (es tan sólo uno de los mil ejemplos que vienen a la mente) el consumidor ELIGE cambiar el móvil una vez más, no porque ya haya sido agotado el escaso periodo de tiempo para el que fue diseñado, sino porque así lo quiere él mismo. Hay un paso más después de que las empresas planeen la "muerte" de sus productos, y es la idea que tiene el consumidor de que debe renovar el producto porque ya no está a la moda, y por eso no sirve.

Esto me hace pensar sobre la educación que hemos recibido. ¿Nos han educado para que creamos que seremos mejores si nuestro móvil es el último modelo? ¿Nos sentimos mejor si lo tenemos? ¿Pensamos en algo más aparte de nuestro propio "ombligo consumista"?

Bueno, sigamos con el vídeo. En él hay ejemplos que nos tocan a todos, otros te sorprenden y te dejan boquiabierto porque no sabías que existía (aún) algo así en el mundo. En otros casos el documental lleva a sentir vergüenza ajena: por un mundo que va a la deriva, porque eso es lo que pasa cuando se dicen las cosas a la cara, porque no hay forma de pararlo, porque TODOS estamos en esto... (añadan su razón particular).

Este documental tuvo mucha repercusión en Internet, por lo menos en las páginas y blogs que yo leo. Es la prueba de que, a veces, La 2 comete errores garrafales y emite algo decente. Si no tuvieron oportunidad de verlo, aquí dejo el enlace a un fantástico blog que lo recoge (con permiso del autor del mismo y por razones puramente divulgativas).

Dar al play y sorprenderse será todo uno. Por cierto, los comentarios al post son fantásticos y son una estupenda oportunidad de seguir aprendiendo.

Toma de conciencia...
Consumo responsable...
Lucha activa...
Cada uno que elija su opción. Pero ojalá esta no sea la indiferencia.

2 comentarios:

  1. A mí me encantó el documental en su día. Lo vi a través de Internet en catalán porque no quería esperar a que lo emitiesen en La 2, y la verdad es que me alegro porque era un pelín más largo (un cuarto de hora más).

    Es de lo más recomendable, así que me agrada muchísimo que lo menciones por aquí e invites a verlo.

    Saludos.

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  2. ¿Más largo? jo, qué pena no haberlo visto como tú. Coincido contigo en que es absolutamente recomendable, y seguiré buscando más sobre este tema...
    Saludos.

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