23 de mayo de 2011

No basta con pedir cambios

Después de unos días de agitación las aguas vuelven a su cauce. No he podido actualizar este blog por falta de tiempo, y también por no tener una opinión demasiado clara de todo lo que estaba pasando. Lo que sí sé, y tengo muy seguro, es que en un momento en el que pedimos cambios radicales a los políticos, yo me pregunto si no hay algo que nosotros podamos hacer que no sea sentarnos en el centro de Madrid y escribir carteles ingeniosos, casi poéticos. 

Algunos pasan a la acción, porque los más desfavorecidos no viven de promesas ni de programas electorales, ni de unos de ni de otros, y salen a la calle a aportar lo que tienen para hacer de su ciudad un espacio un poquito mejor. 


La iniciativa que os presento se llama El Macarrón Solidario, y está formada por un grupo de personas como tú y como yo que reparte comida caliente a inmigrantes los fines de semana. La descubrí hace un mes más o menos en busca de algo interesante en la red, y vaya si lo encontré.  Cada semana preparan cantidades ingentes de macarrones con tomate, y luego los reparten por las calles en tarteras y bandejas de plástico que otras organizaciones o comercios les han donado para la causa. También reciben donaciones de bollos o pan de panaderías que se han enterado del movimiento, y así acompañan los macarrones con lo que tienen cada día.

Podéis ver cómo trabajan aquí.
Merece la pena. 

2 comentarios:

  1. Ay Gijón

    Muchísimas gracias por el comentario que has dejado en mi blog y por el ánimo contagioso que hoy te envuelve. La alergia, el calor insidioso de finales de mayo, los problemas del trabajo agravados por el efecto lunes y por la incertidumbre ante una carga de tareas preocupantemente escasa en los últimos días, y otras cosas que cuya mención se hace tan innecesaria como inútil hacen que ande escaso de ganas de todo. Llevo muchos días sin publicar nada y esta mañana un texto que traía se quedó en el tintero al no poder disponer de esos diez minutos de tregua antes de abrir aquí; la tarde está resultando un tanto más tranquila y he aprovechado para terminar de subirlo.

    En cuanto a lo del movimiento 15-M, la verdad es que no sé cómo posicionarme. La idea en sí, la chispa que ha iniciado y que mueve todo esto, me parece uno de los pocos gestos que dignifican y justifican nuestro paso por este perro mundo, pero no puedo dejar de verme asaltado por las dudas: que un día se apague sin más, que alcanzadas unas reivindicaciones básicas todo se tranquilice, que desde algún punto empiecen a manejar estos movimientos con intereses de algún tipo, a favor o en contra de algo... Ayer por la tarde estuve entre la gente que poblaba una plaza de aquí. Tan solo el hecho de estar ahí, aun sin conocer a nadie, invita a sentirse bien, a formar parte de un algo con sentido, un lugar donde palabras coheretes y no manipuladas pueden ser dichas y escuchadas.

    En cuanto a lo de la iniciativa que comentas, me parece muy buena. Vuelvo a decir que son esos gestos en los que la gente se une sin un interés económico los que realmente merecen reconocimiento y justifican lo que somos.

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  2. Apena ver como gestos así se ven casi sepultados por este estilo de vida, veo cómo cada día la diferencia entre los que tienen y los que no se acrecenta cada vez más. A quien tiene en cantidad le importa un carajo, pasa de mirar a su alrededor y solo parece pensar -salvo honrosas excepciones- en mantener sus privilegios y en seguir aumentando esa fortuna. En el otro extremo de la balanza, las necesidades unidas a la ignorancia convierten a la gente en presa fácil de cualquiera con labia y dudosas intenciones.

    Y en cuanto a la política, aquí se cumplieron, como en la mayor parte de España, los pronósticos, y habrá cambio en el Ayuntamiento. El cambio en sí suena bien; una pena que lo representen gentes cuya labor en la oposición ha sido durante cuatro años machacar al otro en una patética campaña de acoso y derribo facilitada por la crisis. No me siento afin a ningún partido político, y mis ideas cuadran más con esa tercera España utópica de la que poco se habla y menos parece esperarse. Solo queda la duda: qué supondrá todo esto.

    Ánimo con esos exámenes, que estás en la recta final y pronto podrás vislumbrar la meta.

    Un abrazo.

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