22 de octubre de 2011

Vosotros y las Tres R: Todo eso está muy bien, pero yo vivo en la era digital

Sí, es cierto. Cada uno de nosotros tenemos varios aparatos electrónicos en nuestro poder: reproductores de mp3, de mp4, minicadenas (o cadenas de música enormes), ordenadores portátiles, i-Pad, tablets, smartphones, BlackBerries, impresoras, fax, cámara de fotos, de vídeo, reproductor de DVD, de Blue Ray (en aparato a parte, por supuesto)... Creo que no me dejo muchos en esta enumeración. 


La era digital nos hace parecer nacidos bajo las influencias de toda esta tecnología y estas ondas, cuando lo cierto es que no es así. Los únicos que han nacido en esas circunstancias son los niños que ahora mismo tienen entre diez y doce años. El resto de nosotros nos hemos acomodado a todo esto que nos ha hecho la vida más sencilla, y lejos de pensar y reflexionar que antes se vivía sin ello y no había problemas, afirmamos que sin el móvil no podemos vivir, y llamamos a alguien aunque esté en el mismo edificio que nosotros si no le encontramos tras perderle de vista un minuto. ¿Cómo buscaron a Chencho en la Plaza Mayor de Madrid si no tenían móviles? Esta inolvidable escena del cine español es, para mucha gente, lo mismo que ver un documental del hombre de las cavernas. 


Lo que no se puede negar es lo siguiente: a más aparatos, más consumo eléctrico y energético. A más novedad en los diseños y más bombardeo publicitario, más cambiamos nosotros de aparato, y más residuos producimos. Corso, de El sueño de sinrazón, se dedica al mundo de los ordenadores y nos ofrece una visión práctica y sencilla de lo que podemos hacer con tanto aparato para seguir contribuyendo a la no destrucción del medio ambiente mientras seguimos disfrutando de las ventajas de, por ejemplo, sentarnos delante del ordenador a leer un blog. 


Primer paso, y sencillo: "suelo utilizar las baterías hasta agotarlas, ya sea en los dos portátiles, el móvil o el mp4. Una vez agotadas, las cargo, de ser posible sin utilizar el dispositivo, para permitir que la carga se realice más rápido, y en cuanto la batería está llena, sigo trabajando con ella".


También nos dice: "En el trabajo, a veces tengo hasta seis ordenadores de sobremesa en funcionamiento, mientras llevo cabo con cada uno de ellos la tarea correspondiente. Algunas tareas llevan tiempo, y resulta inútil mientras tanto mantener encendido el monitor conectado a ese equipo –monitores tipo CRT, los viejos, pesados y enormes monitores que consumen mucho y cansan la vista tres veces más que los actuales; menos mal que no me detengo demasiado tiempo frente a cada equipo-. Apagando todo aquello que no esté siendo útil, no solo ahorro electricidad sino que evito en cierta medida sobrecalentar aún más el taller donde trabajo". 

¿Y si no trabajo en un taller de reparación de ordenadores? Pues exactamente igual. Puedo apagar la televisión mientras estoy con el ordenador, o hibernar el ordenador si voy a ver la serie que ponen por la noches, por ejemplo.

Corso también nos habla de los residuos digitales que, inevitablemente, se generan en su taller, tema peliagudo y bastante espinoso. "Los residuos digitales que van surgiendo son recogidos por el ayuntamiento, supuestamente para su reciclaje. Y digo supuestamente porque no me parece un buen comienzo el maltrato que ofrecen a los aparatos mientras los cargan y durante el transporte. No creo que se puedan desmantelar y reaprovechar de la misma forma si llegan a la planta hechos añicos". 


Muy cierto. Estos residuos contaminan mucho, por eso se incorporan a procesos de reciclaje especiales. Pero aparte del tema del maltrato que nos comenta Corso, es digno de ver el documental COMPRAR, TIRAR, COMPRAR (tan comentado en blogs y en televisión) porque viene muy al caso. Muchos de los ordenadores y aparatos electrónicos que desechamos son llevados a países en vías de desarrollo con la excusa de ser aprovechados y reutilizados por los ciudadanos de esos países, cuando está demostrado (en el documental se ve) que las condiciones en que llegan esos aparatos, quizá por el trato que comenta Corso a la hora de la recogida, no son apropiadas para que se puedan utilizar. Sirva esta modesta entrada como pequeño tirón de orejas a las autoridades responsables de estas labores de recogida y reciclaje. 

Y si se nos estropea cualquiera de nuestros aparatos electrónicos... hemos aprendido a realizar un cálculo relativo que nos resulta muy útil. Si arreglarlo vale 100 y comprar uno nuevo vale 200, proporcionalmente es mucho más barato tener un nuevo.  "El enfoque más interesante respecto a mi trabajo, algo que tardé más de un año en ver, es el hecho de que cada equipo que se revisa, amplia y pone de nuevo en circulación es un equipo que no formará parte de la chatarra digital durante unos cuantos meses más, tal vez años en el mejor de los casos".

Mucha gente habla de mi ordenador portátil como un cacharro viejo porque va a cumplir seis años. Sí, los va a cumplir, pero trabaja fenomenal y no me da problemas. El año pasado tuve que repararlo y cambiar el disco duro, son cosas que pasan, pero cálculos proporcionales a parte, 100 siempre será menos que 200, y un ordenador menos en la basura es mejor a todas luces. 

Espero que estos consejos acerca, sobre todo, del uso de los ordenadores, os hayan resultado útiles.

¡Muchas gracias, Corso, por haber colaborado tan activamente en este blog y con este tema!




2 comentarios:

  1. Hola soy padre de tres hijos y sin trabajo necesitaba ke alguien ke tuviera un hordenador e impresora keno utilice o un portátil me urje para la mayor para hacer los trabajos del colegio gracias un saludo

    ResponderEliminar
  2. Es cierto lo podéis comprobar sin problemas

    ResponderEliminar